jueves, 28 de julio de 2016

ELCANO




Con el paso de los años fueron muchos los navíos destinados a acoger la formación de los aspirantes a oficiales. No obstante, todo cambió con la llegada del SXX, época en la que la Armada se vio obligada a «jubilar» a la veterana corbeta «Nautilus», la cual había ejercido de buque escuela durante cinco décadas. Esta imprevista baja dejó un hueco en la marina e hizo necesaria la construcción de un nuevo barco que cumpliera los requisitos para hacer las veces de academia flotante.
Por todo ello, el Ministerio de Marina se puso manos a la obra y acordó con el empresario Horacio Echevarrieta la creación de un buque en los astilleros de Cádiz con en el que poder formar a los guardiamarinas. Meses después, y tras ser colocada su quilla el 24 de noviembre de 1925, un flamante velero bergantín-goleta emergió de una dársena andaluza. Ese mismo día, además, se planteó la posibilidad de que el barco fuera bautizado con el nombre de «Juan Sebastián de Elcano» como recuerdo a aquel ilustre marino vasco que, en el SXVI, circunnavegó el mundo por primera vez en la historia
Alfonso XIII, el entonces monarca español, aceptó esta propuesta y, a comienzos de marzo de 1927, se ultimaron los preparativos para botar en tierras andaluzas el que –a día de hoy- sigue siendo uno de los buques españoles más representativos de la Historia. Así narró el diario ABC aquellas jornadas: «3 de marzo de 1927. En el tren expreso pasaron para Cádiz el ministro de Marina y la señorita de Primo de Rivera (…) La hija del presidente (…) se quedó en Jerez de la Frontera, en donde permanecerá hasta el sábado, que vendrá a Cádiz para amadrinar el buque-escuela “Sebastián Elcano” (el cual) se encuentra preparado para la botadura, que se verificará el sábado a las tres de la tarde».   
Como estaba previsto, la embarcación se botó el 5 de marzo de ese mismo año en el sur de la Península. Aquel día, España vio nacer de nuevo –y como ya había sucedido hacía varios siglos- a «Juan Sebastián de Elcano» aunque, esta vez, fue en forma de barco. Concretamente, el navío contaba (y cuenta en la actualidad) con 94 metros de eslora (largura); 4 palos (cada uno de los cuales lleva el nombre de un buque escuela predecesor), un motor auxiliar e, incluso, un escaso armamento.
MANUEL P. VILLATORO     ABC

No hay comentarios:

Publicar un comentario